Los objetivos generales de cualquier empresa son encontrar, atraer y ganar nuevos clientes. Atender y retener a los que la empresa ya tiene, atraer a los antiguos clientes para que vuelvan y reducir los costes de marketing y atención al cliente.
Básicamente, valorar y mejorar las relaciones con los clientes son cruciales a la hora de aplicar cualquier estrategia.